Las penas para los moradores serán duras ya que en principio perderán todos los beneficios del sinceramiento fiscal al que habían accedido. Es decir, que se les cobrará por todo lo que no declararon en su momento, a lo que se sumarán multas e intereses.
Las cuentas de los evasores fueron detectadas gracias al convenio de intercambio de información sellado el año pasado en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En ese acuerdo hay más de 100 países, incluidos Uruguay, Suiza y varios paraísos fiscales, por el que llega información automáticamente. El año pasado llegaron dos tandas con 160.000 cuentas.