El diplomático explicó, en una entrevista con la agencia de noticias EFE, que Estados Unidos intenta llevar a cabo una "revolución de color" para "reformar la palestra política en América Latina para hacerla más omnímoda, más a conformidad con la línea política e ideológica de la actual administración" del presidente Donald Trump.
Al margen de una conferencia celebrada en San Pablo, Schetinin no quiso entrar en los ataques dialécticos de Estados Unidos a Rusia en relación a la crisis de Venezuela. "No nos vamos a pelear", sentenció el diplomático, en respuesta a las declaraciones del asesor de seguridad del Gobierno estadounidense, John Bolton. Bolton aseveró que las nuevas sanciones al país sudamericano debían ser tomadas como "una fuerte advertencia para todos los actores externos, incluida Rusia".
Según Schetinin de ahí surgen también las amenazas contra Cuba y Nicaragua: "'Yo soy Estados Unidos y no me gusta este régimen, así que lo voy a cambiar, cueste lo que cueste'. Esa es la política que estamos viendo", denunció.
Este modo de actuación desencadena, agregó el diplomático, un clima de desestabilización en la región que crea "líneas divisorias" y afecta al "ya difícil" funcionamiento de los organismos internacionales: "Nosotros no podemos vivir así", aseguró. En esa línea puso como ejemplo la apelación del Gobierno estadounidense a las Fuerzas Armadas de Venezuela como un intento de "desmembrar las estructuras del Estado".
Estas acciones, según Schetinin, pueden llevar a una situación de caos y "el surgimiento de un gran foco de tensión en medio de América Latina": "Las consecuencias serían incomparables con la situación actual, por dura que sea", señaló el diplomático. El responsable ruso de la región expresó que este hipotético panorama de conflicto podría tener unas consecuencias parecidas a las vividas en Irak tras la invasión de EEUU en 2003.
"¿A dónde fue el ejército de Saddam (Hussein), bien preparado, bien equipado y bien entrenado? Pasó a ser la parte más combativa de las tropas del ISIS (Estado Islámico), generando una situación con la que hemos tenido que luchar a lo largo de los últimos años", explicó el experto en relaciones internacionales. En relación a la proclamación el pasado 23 de enero de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, que ha sido reconocido por más de 50 países, Schetinin manifestó que "no hubo ningún intento de hacer las cosas legales".
"Guaidó recibió una llamada del vicepresidente estadounidense, salió a la plaza y juró ahí en medio", consideró, en tanto en otro tramo de su entrevista con EFE calificó al líder de la oposición como "un joven con pasión", pero es "un títere sin experiencia política".
Al respecto del nuevo Gobierno de Brasil, con el ultraderechista Jair Bolsonaro al frente, Schetinin negó que el gigante sudamericano se sitúe a favor de una posible intervención militar en Venezuela, a pesar de las declaraciones ambiguas que en algunas ocasiones el mandatario ha hecho al respecto. "Brasil y Rusia tenemos muchos puntos en común y uno de ellos es la no admisión de una acción de fuerza militar en Venezuela", declaró el diplomático ruso.