Si bien el riesgo país había bajado fuertemente hasta mediados de febrero, desde entonces se aceleró hasta los valores actuales. Solo al ver lo acontecido en 2019 se observa que la brecha entre el riesgo argentino y el riesgo emergente se duplicó.
El hecho de que el Tesoro nacional esté vendiendo los 9.600 millones de dólares que el FMI quería que fueran usados para cubrir el pago de deuda de corto plazo de 2020, va en detrimento de la sustentabilidad de la deuda en dólares de corto plazo.