![]() |
Los gestos a veces valen más que mil palabras, y en el estrado rosarino no se lo vio al gobernador nunca, permaneció tras bambalinas decían los interlocutores, pero nunca la prensa logró tener contacto con en el Rosario. Se fue rápido y presuroso hacia la capital de la provincial, donde Emilio Jatón sí tenía motivos para festejar y allí sí tuvo contacto con el periodismo.
No había nada que festejar en Rosario, la intendencia ya se había perdido a manos de Javkin en las Paso, la senaduría departamental había sido copada por el peronismo y en la categoría a gobernador Bonfatti había sido superado por algo más de 80 mil votos, el sur de la provincia les dio las espalda y él fue rumbo al norte, donde al menos pudieron hacerse de la intendencia santafesina.
La relación entre ambos está virtualmente quebrada, a pesar que intentan disimularlo. Las escasas energías puestas por Bonfatti para sacar la reforma constitucional que habilitara la reelección serían en principio el origen de su distancia, pero no la única, los lugares dentro de la lista de legisladores que los acompañan también es otro motivo que los separa.
Se viene la elección de precandidatos a diputados nacionales, una categoría en la que el socialismo hace rato flaquea, al punto que no tiene un solo legislador nacional, pero esa instancia podría ser otro motivo para acentuar las diferencias, el final no está lejano, y habrá que esperar para corroborar si el agua llegó al río o funcionaron los diques de contención.