Brasil no desplegó un gran juego, le bastó con el peso de sus individualidades, marcó la diferencia y la supo cuidar. Argentina dispuso de varias ocasiones gol, pero dos veces los palos y las buenas intervenciones del arquero Allison le impidieron acortar distancias.
Tras unos primeros minutos de paridad, Brasil desniveló tras una gran jugada de Dani Alves, que se sacó dos rivales de encima y puso un centro preciso para que Jesús la empujara al gol. Argentina reaccionó, mereció la igualdad pero le faltó certeza y algo de suerte.
En la segunda mitad, Argentina mereció el empate, puso a Brasil contra Allison, pero en una jugada controvertida, en la que le hacen un flagrante penal a Agüero y el árbitro ignora, sale una contra genial en la que Firmino define el partido. Podría haber sido 1 a 0 y penal para Argentina y fue el 2 a 0 definitivo. De yapa, Brasil demoró el juego hasta el hartazgo, se jugaron cuatro o cinco minutos de los últimos 20' y el árbitro ignoró otra falta adentro del área a Ottamendi.
Brasil mereció ganar el partido, es superior a este equipo en formación, que hoy puso todo en la cancha y pudo haber tenido mejor suerte. Lo perdió porque enfrente jugaba el local, nada más y nada menos, el pentacampeón del fútbol mundial.