“De ese congreso no participaron Santa Fe ni el resto de las provincias del Litoral que, junto con la Banda Oriental, bajo el liderazgo de José Gervasio de Artigas, habían comenzado a distanciarse del poder de Buenos Aires. Por entonces, el país se desgarraba en luchas internas y los grupos de poder de Buenos Aires no estaban dispuestos a renunciar a una provincia como la nuestra, provista de río, puerto y que luchaba por su autonomía”, explicó el gobernador.
“Los principales objetivos de aquel Congreso de Tucumán fueron declarar la independencia y establecer un nuevo régimen de gobierno. Desde Cuyo, San Martín le escribía a su representante Godoy Cruz, preguntándole: hasta cuándo esperaremos para declarar nuestra independencia.
Finalmente, el 9 de julio el congreso resolvió tratar la declaración de la independencia y, en sesión pública, quedó acordada la fórmula del juramento que promovía y defendía la libertad de las provincias unidas en Sudamérica y su independencia del rey de España, Fernando VII, sus sucesores, la metrópoli española y de toda otra dominación extranjera, dejando claramente establecida la voluntad de los congresistas de conformar un país independiente”, afirmó Lifschitz.
“De estos hechos históricos podemos destacar dos sucesos relevantes: por un lado, la decisión de los representantes de las provincias reunidas allí, decirle al rey de España y a los poderosos del mundo que nos declarábamos independientes; y por el otro, poner de manifiesto las diferencias, muchas veces irreconciliables, que bajo diversas formas se van a sostener a lo largo de nuestra historia. Las dificultades para encontrar un camino de unidad e integración de las partes en un proyecto común de nación serán, desde ese momento, una constante en la historia nacional y, quizás, sea todavía nuestro gran desafío pendiente”, reflexionó el gobernador.
“Más de dos siglos después, seguimos buscando una manera de construir un proyecto de desarrollo que contenga a todos, que integre al país, reconociendo a las provincias y haciendo realidad el federalismo. Seguimos discutiendo nuestro rol en el mundo y sobre cómo integrarnos de manera inteligente con Europa y el resto de los países”, añadió Lifschitz.
“Los santafesinos sabemos que esta provincia da para más y que, el día en el que las políticas nacionales nos acompañen, que se vuelva a confiar en nuestras empresas, en nuestros productores y en su capacidad de producir, innovar y generar empleo, Santa Fe podrá cumplir el destino que desde el inicio la historia le tiene reservado: ser una locomotora del desarrollo nacional”, destacó el gobernador.
"En estos cuatro años he visitado más de 20 veces esta ciudad de Rafaela, como todas las localidades de este hermoso departamento Castellanos. Lo que reclamamos del país, lo hemos practicado en Santa Fe, pensando la provincia desde el interior hacia la capital, y el plan de obras que hemos aplicado así lo atestigua”, afirmó Lifschitz.
Asimismo, señaló “el trabajo conjunto que hemos podido realizar, en un marco de diálogo y respeto, con el intendente y las instituciones de esta ciudad, a quienes les agradezco la colaboración prestada”.