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El precandidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, fue el primer blanco del jefe de Estado. “Tuve dos reuniones con él, una peor que la otra. Todas las cosas que me dijo eran falsas, en todo lo que se comprometió eran mentiras. No fueron reuniones felices”, comentó el presidente en el programa televisivo
Luego Macri se dirigió hacia Cristina Kirchner, precandidata a vicepresidenta. “Ella ve a la política como una imposición y una negación, porque no solo se niega la realidad económica todos los días, la relación social, se niega la violación sistemática de las instituciones democráticas y se plantean cosas como que la Justicia deje de ser un poder independiente”.
Entre esas violaciones, el mandatario acusó los propósitos de censura en los medios. “Se intenta presionar y ejercer un control de los contenidos”, aseguró y, en cambio, lo diferenció con su gestión: “Nosotros hemos demostrado que se puede convivir con medios totalmente opositores, aceptar que tengan una visión distinta de la realidad aunque, a veces, a uno le duele porque no reconocen ni lo que es obvio”.
La siguiente víctima del presidente fue el precandidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, Sergio Massa. “Habiendo hecho los esfuerzos para convencerlo de por dónde iba el mundo y habiendo visto cómo se comportó, no me sorprendió. Y… alguna ventajita debe haber sacado”, lanzó, fuertemente, sobre el líder del Frente Renovador.