Se trata de la actualización impositiva a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, que impactaría en poco más del 2% sobre los precios al consumidor.
Las compañías, sin embargo, aprovecharán para ajustar algo más sus márgenes y seguir achicando la brecha con la paridad de importación, por lo que aumentarían la nafta y el gasoil entre 5 y 6%, según trascendió.
Suba de 4,5% del impuesto en el caso de las naftas repercutirá en 1% de aumento en los surtidores, explicó el gerente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), Guillermo Lego, quien agregó que “otro 1% también estaría garantizado por el aumento de los biocombustibles”.
"El incremento en cuestión tendría efectos en su totalidad para los hechos imponibles que se perfeccionen desde el 1° de diciembre de 2019, inclusive", de acuerdo con el texto oficial.