![]() |
Tras las primeras noticias de la represión y las víctimas, el presidente derrocado, Evo Morales, tuiteó desde su exilio en México: "Condeno y denuncio ante el mundo que el régimen golpista que tomó el poder por asalto en mi querida Bolivia reprime con balas de las Fuerzas Armadas y la Policía al pueblo que reclama pacificación y reposición del Estado de Derecho. Ahora asesinan a nuestros hermanos en Sacaba, Cochabamba".
"Pedimos a las Fuerzas Armadas y a la Policía Boliviana que paren la masacre. El uniforme de las instituciones de la Patria no puede mancharse con la sangre de nuestro pueblo", agregó.
Mientras se multiplicaban las imágenes de una multitud corriendo desesperada para escapar de los gases lacrimógenos de la policía y de salas de hospitales desbordadas, el representante de la Defensoría del Pueblo en Cochabamba, Nelson Cox, informó, según la agencia de noticias EFE: "Penosamente tenemos cinco (muertos) en Sacaba".
Poco antes, Gualberto Ariste, dirigente de las Federaciones del Trópico de Cochabamba y secretario de comunicación del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, había asegurado que "la marcha ha sido atacada con gases y también con armas de fuego, sin provocación de los cocaleros", según Caras y Caretas de Uruguay.