En el arranque, el equipo chileno intentó arrinconar a su par argentino y lo hizo por momentos, aunque sin generarle riesgos concretos. Y en la primera chance que dispuso, el conjunto del 'Bocha' Batista festejó.
Ocurrió a los 8 minutos, cuando una buena maniobra de Julián Alvarez derivó en una cesión a Capaldo y el volante de Boca Juniors, quien con esta disposición táctica pisa el área contraria con mayor frecuencia, despachó un remate desde el piso que batió la estirada del arquero Omar Carabalí.
El conjunto albiceleste manejó mejor la pelota, ejecutó una circulación aceitada y pudo haber aumentado la diferencia, en un remate del mismo Alvarez, que salió afuera.
Por el contrario, Chile apostó a los arrestos individuales por cortesía de Pablo Aránguiz y las incursiones ofensivas del lateral Sebastián Carrera. Pero a la 'Roja' le faltó consistencia como para inquietar en continuado.
Así y todo, el elenco chileno tuvo una chance clara con una volea de Camilo Moya, que atrapó muy bien el arquero Facundo Cambeses, de sobria tarea.
En el arranque del segundo período, los dirigidos por el colombiano Bernardo Redín intentaron adelantarse en el terreno en procura de la igualdad. Y Chile tuvo una chance nítida con un disparo de Aránguiz, que obligó otra excelente respuesta del guardavallas de Banfield, quien desvió la pelota al tiro de esquina.
Y en una maniobra de pelota detenida, el Sub 23 argentino amplió la cuenta, con una pelota que el delantero Gaich le bajó a Nehuén Pérez para que el ex Argentinos Juniors la empujara casi sobre la misma raya de sentencia.
Ese tanto otorgó tranquilidad en el campamento albiceleste. Y los minutos finales, más allá de algún sobresalto, transcurrieron con la certeza de que nada podría inquietar a un equipo, que hasta aquí, ha exhibido solidez en todas sus líneas.