Y agregó: «También es necesario contrastar toda forma de violación de la dignidad, incluso cuando están en juego la tecnología o la economía, abriendo las puertas a nuevas formas de fraternidad solidaria”.
La frase resuena con especial significación a sólo dos días de la audiencia que el Sumo Pontífice mantuvo con el presidente argentino, Alberto Fernández, el pasado viernes 31 de enero, tras la cual hubo idas y vueltas en torno a si se había evocado o no el tema del aborto.
En la habitual conferencia de prensa posterior a la audiencia, el mandatario argentino negó que el tema hubiese estado en agenda.