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La cita con los congresistas ocurrió el jueves en el Palacio del Planalto, y allí el presidente acusó al titular de Diputados, Rodrigo Maia (del DEM), al gobernador de San Pablo Joao Doria (del Partido Socialdemócrata) y a miembros de la Corte Suprema de querer destituirlo.
El clima entre el Parlamento brasileño y el jefe de Estado se tornó denso a raíz del despido del ex ministro Luiz Henrique Mandetta, el único que tuvo las agallas suficientes como para enfrentar la posición presidencial respecto de la cuarentena.
Su reemplazo por el médico oncólogo Nelson Teich, quién asumió la jefatura del Ministerio de Salud este viernes por la mañana, abrió heridas: la irritación entre parlamentarios y presidente se tornó muy hostil, lo que hace temer por los dos años y medio que aún le restan a Bolsonaro en el poder.