Mientras sus compañeros de ruta se encontraban en plena reunión con el presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el inicio del diálogo político que busca llegar a una serie de acuerdos básicos para la salida de la cuarentena, despreocupado de la situación, Macri fue a atender asuntos personales.
En pleno proceso judicial donde avanzan las causas relacionadas por el espionaje ilegal llevado a cabo durante su Gobierno, y donde en los círculos del poder ya nadie confía en hablar temas privados vía telefónica, chat, mail o incluso la nueva app Zoom, hay cosas que hay que hablar en privado, cara a cara, sin intermediarios, y para eso se requiere de un viaje, aunque haya pandemia, y se violen protocolos sanitarios de ambos países. Incluso abrazó a su receptor en el vecino país al descender de la aeronave y tras una reunión privada, de algo más de dos horas, retornó inmediatamente al país.
Algunos aseguran que el tema Vicentin estuvo en la agenda, la empresa santafesina tiene una sede en Paraguay con cinco empleados y millonaria facturación, pero a ciencia cierta, nadie podrá asegurarlo. La misteriosa valija que Macri llevaba en sus manos quizás esconde el secreto mejor guardado. Algo que no pudo resolverse por otra vía lo llevó a tierra guaraní. Macri no efectuó declaraciones a su retorno al país.