Para apuntalar al sector, el Congreso de la Nación aprobó el 2 de septiembre la ley de sometimiento y reactivación productiva de la actividad turística nacional. La flamante norma plantea opciones destinadas a los consumidores que contrataron servicios turísticos con anterioridad a la imposición de la pandemia y que, por ende, no se pueden realizar.
La reprogramación de los servicios contratados, respetando la estacionalidad, calidad y valores convenidos, dentro de un período de 12 meses posteriores al levantamiento del aislamiento; la entrega de vouchers de servicios para ser utilizados hasta 12 meses también posteriores al cese de las medidas de restricción; y el reintegro del monto abonado por los servicios contratados mediante el pago de hasta 6 cuotas.