El británico, séxtuple campeón del mundo, tuvo una largada comprometida, como casi toda la grilla de partida al sorprender la lluvia en el comienzo. Pero para la vuelta 20, el emblema del movimiento que combate el racismo desde el Gran Circo ya había recuperado la punta, esa que se siente a gusto con él comandando los hilos de cada carrera, y desde entonces ya nada paró al imbatible piloto, ambicioso y preciso.
Y fue paliza, además, porque superó a su compañero Valtteri Bottas por más de 25 segundos de diferencia, en un podio que completó el holandés Max Verstappen en la tercera colocación.
Fue el más rápido, por lejos, en la vuelta de Portugal al calendario de la Fórmula Uno tras 25 años, para también meterse en el quiebre de la historia, este domingo de pista resbaladiza por momentos en los que la lluvia se hacía presente, en el día en el que Hamilton se animó a acelerar tanto que pudo sobrepasar ese glorioso récord de 91 victorias que supo sellar el gigante alemán Michael Schumacher.