Rosario Central cayó ante River Plate por 2 a 1 en la cancha de Independiente en un partido correspondiente a la segunda fecha de la Liga Profesional de Fútbol. Los goles del encuentro fueron convertidos por Nicolás de la Cruz y Lucas Pratto para el Millonario en tanto Emiliano Vecchio marcó el descuento de penal en el epílogo del partido.
El cotejo fue parejo, y el elenco de Gallardo terminó imponiéndose por el peso de las individualidades. El Kily planteó un esquema defensivo, con tres marcadores centrales, tuvo poco la pelota pero la aprovechó bastante para generar situaciones. Un pase quirúrgico de Casco que se coló entre los centrales dejó a la figura de la cancha, el uruguayo de la Cruz frente a Ayala y lo venció con remate cruzado para poner el 1 a 0.
Central pudo empatarlo con una buena jugada individual en la que Vecchio habilitó a Gamba y Armani le tapó el mano a mano. River no fue más en la primera etapa, pero se llevó el primer tiempo gracias a una jugada individual. El entrenador auriazul no hizo cambios en el entretiempo, a pesar de ir perdiendo mantuvo los cinco defensores, cuando ameritaba poner alguien un poco más ofensivo, tener cinco defensores y dos volantes centrales no parece lo más apropiado.
Una jugada en la que Ayala sale apresuradamente termina con la expulsión de Laso y eso cambió el partido. Antes, Vecchio tuvo un mano a mano, que otra vez Armani pudo tapar. Tras la expulsión Central sintió un poco el ritmo, River se adueñó por primera vez de la mitad y con una jugada en la que fallan en el cierre Novaretti y Torrent, Pratto sentenció el partido de palomita. Novaretti sacó de la línea lo que hubiera significado el tercero, con Ayala ya vencido.
El ingresado López Pisano, con un remate desde afuera del área tuvo otra situación clara de descontar. Sobre el final, el chileno Paulo Díaz le cometió un penal a Gamba que Vecchio cambió por gol y le puso justicia el resultado. River fue más por el peso de sus individualidades y el conjunto del Kily se mostró mejor colectivamente. Se perdió un partido perdible, ante un gran rival, y el joven elenco rosarino estuvo a la altura. Las diferencia de plantel y presupuesto son abismales, pero se disimularon bastante en cancha.
