Contradiciendo los criterios dictados de la Nación, la provincia de Santa Fe actualmente no está vacunando a personas de 18 a 59 años con comorbilidades. Siguen el riguroso criterio de ir por franja etaria descendente, comenzaron por los mayores de 90, siguiendo con los de 80, 70 y actualmente están en los de 60.
En el medio, se fueron metiendo grupos específicos como docentes de todos los niveles, policías, otras fuerzas de Seguridad y personal de la Salud. La semana pasada se anunció desde la provincia que se alcanzó a vacunar ya a más del 50% de la "población objetivo", (aproximadamente 1,2 millón de santafesinos). Más de 630 mil personas de ese grupo fueron vacunadas hasta ayer.
Sin embargo, miles de personas que padecen diabetes, obesidad, hipertensión, enfermedades oncológicas, problemas respiratorios, todas ellas patologías de severo riesgo ante la enfermedad, y donde se registran los más altos índices de mortalidad, más allá de las personas de edad avanzada, no han sido convocados aún.
Más allá de lo que la fría estadística indique, alguien debería alterar el criterio actual de vacunación y tomarse el trabajo de entremezclar la curva descendente con enfermos de riesgo que necesitan ser inoculados con urgencia, mucho más teniendo en cuenta la situación sanitaria, que expone a quienes más complicaciones pueden tener frente a la enfermedad, a no disponer de una cama de internación de requerirla.
