Rosario Central y Platense empataron 1 a 1 en Vicente López, en un encuentro disputado, emotivo por momentos en la primera etapa, pero que se cayó a pedazos en el complemento. Los goles fueron convertidos por Tissera y Lucas Gamba, ambos en el primer tiempo.
Fue un primer tiempo entretenido, se repartieron dominio y goles. El canalla arrancó mejor, con algo más de tenencia del balón pero sin profundidad. Platense esperaba replegado y salía limpio. El elenco del Kily, con un clásico 4-4-2, doble cinco y sin enganche carecía de fútbol, pero garantizaba tenencia.
En la primera clara que tuvo el Calamar facturó. Ávila calculó mal un rechazo, quedó pagando, mientras a sus espaldas Curuchet mete un sombrero y Tissera la puso abajo, al lado derecho de Broun para marcar el 1 a 0. Tras un desborde de Infantino, Zabala la agarró de volea y se fue muy cerca, pudo ser el empate.
Tras un córner, Almada cabeceó potente y Ojeda contuvo abajo. Los del Kily ya habían echo méritos al menos para igualar y llegó de los pies de Gamba, que capturó un rebote de un intento de Ojeda para sellar el 1 a1. Gamba probó desde el borde del área, y se fue cerca. La primera etapa se fue igualada, ambos tuvieron situaciones y el auriazul estuvo más cerca.
El segundo tiempo fue un bodrio, no patearon al arco. El local resignó protagonismo, y le dejó la pelota a Central, que nunca supo que hacer con ella. Las pocas acciones ofensivas del visitante tuvieron siempre malas decisiones. Cada vez que un jugador pasaba tres cuartos de cancha elegía la individual y terminaba perdiendo la pelota o tirándola lejos.
Al menos queda en la imagen posterior que Central lo intentó ganar, pero no tuvo con que, a pesar que el Kily mandó a la cancha a Vecchio, Martínez Dupuy y Lo Celso. Ahora el Canalla deberá vencer a Racing en el Gigante para seguir con la media inglesa, ganar en casa e igualar de visitante. Platense era un rival al que se podía vencer, pero no se dio. Se equivocó demasiado en ataque, cuando trianguló, siempre pareció que lo podía desnivelar.