Luego de estar detenido dos días, el juez Nicolás Foppiani consideró que la detención fue legal y no hizo reproches en torno a la imputación por “desobediencia judicial”. Por ende, el presidente del directorio de Vicentin, Omar Scarel, deberá pagar una fianza de 500 mil dólares para quedar libre.
De esta manera, Scarel tendrá que poner a disposición de la Justicia el dinero en los próximos días, monto que se suma a los 10 millones de dólares que todos los directivos de la compañía pusieron en su momento para mantener la libertad.
Sin embargo, la aceptación de la imputación también pone en aprietos el normal desarrollo del concurso. En efecto, continúa la sospecha del delito como tal, por lo que el juez Fabián Lorenzini no podría avalar el acuerdo entre los acreedores y la agroexportadora.
Scarel había sido detenido el lunes en la ciudad de Avellaneda por orden del fiscal Sebastián Narvaja, que hizo lugar a una denuncia por "supuesto incumplimiento o desobediencia de una medida cautelar, que establece restricciones sobre posibles ventas de activos o acciones de la sociedad.
