Nuevamente en la tarde hoy el humo proveniente de las islas del Paraná llegó a la ciudad y el aire se tornó directamente irrespirable. A pesar de los esfuerzos de los centenares de brigadistas que combaten incansablemente el fuego y de la supuesta presencia de las Fuerzas Armadas, desplegadas desde ayer por orden presidencial, los focos ígneos no cesan.
La actividad ganadera se multiplicó en los últimos años, unas quinientas mil cabezas de ganado vacuno se instaló en el El Delta del Paraná para su engorde, y con el fin de obtener pasturas frescas con mayor rapidez, los productores optan por quemar las pasturas, sin importarles el daño que provocan al medioambiente.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández dijo ayer "no vamos a permitir que quemen nuestro Delta". El ministro del Interior Wado de Pedro aseguró hoy que "100 familias ganaderas están quemando nuestro Delta", sin embargo, los resultados no se ven hasta el momento. Con anuencia judicial, y centenares de expedientes que no se mueven hacia ninguna parte, la Justicia hace caso omiso a los reclamos ciudadanos.
