Las bancadas del Palaio Vasallo coinciden en la necesidad de tratar un nuevo incremento en los taxis, luego de la última suba registrada en mayo. En aquel entonces, el intendente de Rosario Pablo Javkin le había puesto la rúbrica a un salto tarifario, que dejó las cosas como están ahora.
Con el 35% y 36% que brindaron desde el Palacio Vasallo en esa oportunidad, los precios se fueron a 177,20 pesos la bajada de bandera diurna y 8,40 pesos la ficha; y 207,10 pesos la bajada de bandera y 9,50 pesos la ficha en la noche.
Tres meses después llegó el primer pedido de los titulares para rever los valores. La espiral inflacionaria en la que ingresó la Argentina en los últimos años se acrecentó en esos meses e hizo que aumentaran costos como el combustible, los repuestos y los seguros.
El estudio de costos realizado por el Ente de la Movilidad indicó un desfasaje en la bajada de bandera tiene una variación del 76%, mientras que en la ficha cada 100 metros diurna y en el minuto de espera de más del 86%.
Los taxistas pidieron un aumento en la tarifa del 60%, al menos en dos tramos o con un nuevo encuentro estipulado antes de fin de año.
Sin embargo, desde el oficialismo y el interbloque de Juntos por el Cambio rechazaron esa posibilidad y detallaron que la misma debería darse entre un 30 y un 35%, con una revisión en diciembre sin un valor establecido.
