"Dado el gran número de ciudadanos ortodoxos que viven en las zonas de conflicto, pedimos a la parte ucraniana que declare un alto el fuego y les permita asistir a los oficios, tanto en Nochebuena como en Navidad", reza el comunicado publicado por el Kremlin.
Por su parte, Kiev se ha negado a respetar un cese del fuego.
"Rusia quiere utilizar la Navidad como tapadera para detener, al menos brevemente, la ofensiva de nuestros chicos en Donbass y acercar equipos, municiones y tropas movilizadas", denunció el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski.
Quince minutos antes de que entrara en vigor el alto el fuego, las fuerzas ucranianas dispararon contra Donetsk cinco proyectiles de calibre 155 mm, según datos del Centro Conjunto de Control y Coordinación local.
A las 12:00, el régimen de Kiev lanzó seis proyectiles del mismo calibre. Minutos después, a las 12:30, fueron lanzados contra Donetsk otros cuatro proyectiles.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, alabó la iniciativa rusa. "La posibilidad de que las partes muestren respeto y cesen las hostilidades durante este período sagrado siempre es bien recibida por el secretario general", declaró su portavoz, Stéphane Dujarric.