La inflación repuntó por segundo mes consecutivo (analistas la estiman en torno a 5,5%) y la economía muestra más señales de estancamiento. El panorama complica al Gobierno, que precisa casi con desesperación la recuperación del salario para llegar con chance a las elecciones presidenciales. Duraría cuatro meses desde el 1° de marzo y volverá a tener una canasta congelada.
Las compañías de consumo masivo aseguran que sus costos avanzaron a un ritmo mayor y que el esquema complica su finanzas
Sergio Massa se juega a todo o nada en los próximos tres meses. En ese corto periodo tiene que demostrar logros que vayan más allá de cumplir con el FMI, la mejora del nivel de reservas o la recuperación de los bonos.
Además, está urgido por conseguir resultados que sean “palpables” para la gente. Haber alejado el fantasma de una hiperinflación a los pocos meses de haber asumido en el ministerio de Economía ya no es suficiente.