En el estadio Coloso Marcelo Bielsa del Parque Independencia por la fecha 12 de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) con arbitraje de Hernán Mastrángelo, River le ganó agónicamente por 1 a 0 a Newell's Old Boys. El local perdió su invicto de local en el torneo y los visitantes extendieron su racha a siete victorias consecutivas, y siguen con su arco en 0 en igual cantidad de partidos.
Jugaron un primer tiempo muy disputado, de dientes apretados, con demasiada pierna fuerte, con presión en toda la cancha y sin llegadas a los arcos. Los arqueros fueron meros espectadores de un partido intenso, que se quedó en amagues. El líder absoluto del torneo nunca se sintió cómodo ante la intención de Newell's de no darle un metro de ventaja.
La entrega física de los rojinegros poco se traducía en ataque donde sólo inquietó con alguna esporádica apilada de Aguirre <que levantó de más su pierna y debió irse expulsado por una brutal plancha contra la rodilla de González Pírez>. Recalde fue una sombra, no tomó contacto con el balón y solo Figueroa acompañó de a ratos al juvenil estrella rojinegro.
Por el lado de los de De Michelis, Nacho Fernández y algo de Aliendro disimularon la lentitud de Borja, que perdió en cada duelo ante Ditta, por la mayor velocidad del defensor. Con un De la Cruz apagado, el fútbol no fluyó como siempre para el Millonario, que tenía la mitad de la cabeza en Rosario y la otra en el próximo compromiso internacional, ya que venía de una inesperada derrota entre semana en Bolivia.
La segunda mitad arrancó con más ritmo, las marcas se fueron soltando y el partido parecía encaminarse a quebrar el cero. La lesión de Mansilla mandó a Pittón a la cancha y los de Heinze abandonaron la línea de 5 en el fondo. Enseguida, Gómez reventó el travesaño de Armani con un remate desde afuera del área y Hoyos desvió un violento remate del ingresado Solari, que llegó por la franja derecha.
Entonces el Millonario apeló a la rotación de su rico plantel, entraron "suplentes" como Solari, Matías Suárez, Barco y Beltrán, un plus difícil de igualar para cualquier otro equipo del fútbol argentino. Con las espaldas cubiertas por Pittón, Aguirre se dedicó a atacar y cuando lo hace siempre es peligroso.
De un gran centro a la cabeza de Recalde, La Lepra casi se pone en ventaja, el paraguayo conectó defectuoso, con el hombro y se fue apenas desviado, ante la estirada del campeón del mundo Armani. Solari eligió tirar un centro bien cortado por Hoyos, en gran anticipo, cuando se imponía un remate al arco y al primer palo.
Ferreira tuvo la última rojinegra ante un atento Armani, casi sobre el cierre del partido, tras una buena habilitación del ingresado Pablo Pérez. Tras un supuesto último centro al área Millonaria en el minuto 50', Armani desvió con los puños, Suárez alargó para Barco, que vio a Solari ingresando desde la derecha, armaron una contra letal en la última jugada del partido, con todo Newell's en área rival para ir a buscar el triunfo, que no dejó gente para una hipotética contra, que llegó y lo pagó carísimo. Fue victoria Millonaria, agónica. Quizás el empate hubiera sido más justo, pero en el fútbol los merecimientos no valen puntos.
Con buenas intenciones y poco fútbol, la segunda etapa fue más emotiva, entre dos muy buenos equipos. Newell's se le paró de manos al puntero del campeonato, al mejor plantel del fútbol argentino, le jugó de igual a igual, no le regaló espacios. Ambos brindaron un buen espectáculo en la noche rosarina, en el epílogo lo ganó River, el hambre de quedarse con todo, dejó a La Lepra con las manos vacías. Tendrá revancha apenas en 48 horas, cuando reciba a Blooming por Copa Sudamericana.
