El presidente boliviano Luis Arce oficializó este viernes la ley, que había sido aprobada en el Congreso y que permitirá monetizar 21,5 toneladas métricas de oro de las 43 que tiene como reservas, lo que permitirá utilizar US$ 1.260 millones.
El oro representa la mayoría de las reservas de Bolivia: US$ 2.600 millones de US$ 3.500 millones a principios de febrero pasado. "22 toneladas, la mitad, se queda sin capacidad de utilización", aseguró a la prensa el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, en declaraciones difundidas por la agencia France Presse.
La llamada “Ley del Oro”, además de otorgarle más aire al gobierno al permitirle cumplir con las obligaciones financieras y respaldar el tipo de cambio, le da facultades al Banco Central de Bolivia (BCB) para comprar oro a los productores locales en moneda local, y volver a recomponer así sus reservas del metal.
El objetivo de la ley, según explicó el presidente del BCB, Edwin Rojas, es “fortalecer las reservas internacionales” ante una escasez de dólares, producto de “los efectos adversos de un conflicto bélico no previsto entre Ucrania y Rusia, y el consiguiente incremento del gasto de la importación de combustibles".
La suba del costo de los combustibles implicó una fuerte utilización de las divisas, tanto para importarlo como para para subsidiarlo internamente.
Bolivia el año pasado por primera vez desde los años '90 se convirtió en un importador neto de combustibles fósiles.
El Presupuesto de este año prevé un gasto de US$ 1.114 millones para contener los precios internos del diésel y la gasolina, de acuerdo con la estatal petrolera YPFB.
Como resultado de la aprobación de la ley, los bonos en dólares de Bolivia registraron ayear una fuerte alza, tras haber caído 40% a principios de este año, según la agencia Bloomberg.
No obstante, la oposición criticó al gobierno de Arce por considerar que la ley no representa una solución estructural a la crisis económica.