El mandatario explicó que no es una decisión permanente, sino que estará en vigor mientras el país asegura un suministro suficiente de artillería de 155 milímetros, ampliamente utilizada por los sistemas de la OTAN.
En la misma línea, el subsecretario de Defensa Colin Kahl aseguró en una rueda de prensa que el envío de municiones en racimo será un "puente" mientras EE.UU. y sus aliados europeos amplían la producción de proyectiles de 155 milímetros.
"Esta guerra es sobre las municiones, y se están quedando sin esa munición, y a nosotros nos queda poco", dijo el mandatario en un avance de la entrevista, que será emitida en su totalidad el sábado.