Ucrania admitió por primera vez haber atacado y dañado gravemente en octubre pasado el puente de Kerch, que une Rusia y Crimea, tras haberlo negado durante ocho meses ante las acusaciones de Moscú.
Al mismo tiempo, volvió a reivindicar el hundimiento del crucero lanzamisiles Moskva en el Mar Negro en abril de 2022, en los primeros compases de la guerra, que Rusia siempre se negó a admitir que fue obra de los militares de Kiev.
El puente de Kerch resultó gravemente dañado por la explosión de un camión-bomba, que también mató a algunos automovilistas, y bloqueó el puente durante meses antes de ser reparado, salvo un único carril que se reabrió al cabo de unos diez días.

