El veto republicano en el Congreso de Estados Unidos a la mayor partida financiera de ayuda a Kiev desde que comenzó la guerra, amenaza con dejar sin armas suficientes a Ucrania para seguir defendiéndose ante Rusia.
Ucrania, de esta manera, asiste impotente a la lucha partidista en Washington y se aferra a la esperanza de que se alcance una solución, pese al voto negativo respecto a la asignación de 61.400 millones de dólares que la Casa Blanca solicita para el país europeo.
Pese a que una mayoría republicana de senadores se opuso a avanzar en el proceso de aprobación de los fondos, la embajadora ucraniana en Estados Unidos, Oksana Markarova, subrayó que aún es posible que la ley se vuelva a votar “en un futuro próximo”.
La diplomática ucraniana remarcó que "no es contra Ucrania", sino que el motivo invocado por los republicanos es de naturaleza interna: “No podían votar una ley que no incluya la cuestión de la frontera sur de EEUU y cambios en la política migratoria”, explicó Markarova.