Rosario Central cayó sin atenuantes ante Huracán en Parque Patricios en un cotejo correspondiente a la 8ª fecha de la zona B de la Liga Profesional de Fútbol. Los goles del partido, ambos en la primera etapa, fueron convertidos por Pusetto y De la Fuente.
Central jugó de los peores primeros tiempos que se le hayan visto a un conjunto de Miguel Ángel Russo. Fue superado de principio a fin por El Globo, que le marcó dos tantos en esa etapa y pudieron ser más, de no ser por la gran actuación de Fatu Broun.
Desconcertado, superado física y mentalmente, el conjunto auriazul ni pateó al arco en la primera etapa, casi como con Newell's, sólo que esta vez se fue a los vestuarios 2 a 0 abajo. El fervor post clásico afectó los ánimos de los de Arroyito, que parecieron tener todavía su cabeza en su partido del parque de la Independencia.
La apuesta ofensiva de Miguel, con jugadores de buen pie en la mitad de la cancha no dio resultado, simplemente porque nunca logró recuperar el balón. Martínez no es un volante corte, O'Connor brinda salida limpia, pero tampoco se caracteriza por el sacrificio, mucho menos Malcorra, Campaz y Lovera.
Por eso no extrañó que tras un córner, Pussetto anticipara a Caramelo para de zurda y sin pararla la mandara al fondo de la red. Los de Coyette siguieron siendo más, tocaban, rotaban, hacían circular la pelota sin interrupción alguna y a voluntad, los jugadores auriazules quedaban tan lejos que ni con foull llegaban a cortar. El segundo llegó tras una gran jugada colectiva, y tras unos diez toques De la Fuente la puso lejos de Broun para marcar el segundo y merecido 2 a 0 con el que se fueron a los vestuarios.
Como peor que en la primera etapa no se podía jugar, Central "mejoró" en el segundo tiempo, no es que jugara mejor, lejos estuvo de ello, al menos tuvo más la pelota, lo disputó más, ante un Huracán que retrocedió y lo espero con la tranquilidad del resultado a favor. Galíndez tuvo una noche por demás de tranquila, no pasó sobresaltos, salvo por un par de arremetidas finales, en los pies de los ingresados Ibarra y Gómez, ambas fuera de los tres palos. Demasiado poco para torcer el rumbo.
Como la mayoría de las veces que se impuso en el derbi local, el partido siguiente le costó a Central, en este por momentos fue bailado por un conjunto lleno de limitaciones que parecía de la Premier League en la noche de Parque Patricios. El Canalla no hizo pie en el Ducó, jugó pésimo y las diferencias pudieron ser mayores, de no ser porque el local aflojó el ritmo en la segunda etapa. Ahora vendrá Vélez el martes, sin tiempo para descansar, habrá que cambiar pronto el chip. Hoy no se sacó el del clásico, y se notó demasiado.
