En ese sentido, el municipio define por estos días una nueva suba del boleto, que podría llevar la tarifa a los 700 pesos, como una forma de solventar la pérdida de subsidios nacionales.
Para contextualizar la situación en la que se encuentra el sistema de transporte local, el Observatorio Social del Transporte (OST), que fue creado a fines del año 2015 con el objetivo de recabar y elaborar información cualitativa y cuantitativa acerca del transporte del Área Metropolitana de Rosario, elaboró un cuadro estadístico en el que compara la evolución de los boletos vendidos y los kilómetros recorridos desde 1970 hasta la actualidad.
En el gráfico se puede ver una curva descendente que muestra el año 1986 como el de mayor uso del TUP, con 226 millones de boletos vendidos, y una caída que tocó un piso en la crisis socioeconómica de 2001.
Luego muestra una recuperación y nuevamente cuesta abajo desde 2015, sin freno hasta el nivel lógico de la pandemia y la movilidad restringida en 2020, donde se emitieron 30,6 millones de boletos.
Tras el previsible repunte en los años de salida del estado de aislamiento preventivo, el 2022 sumó 64 millones de pasajes pero el año pasado volvió a bajar a 62 millones de boletos vendidos.
De esa manera, se puede observar cómo, desde el 2015, el sistema viene perdiendo usuarios año a año, con 78 millones menos de boletos vendidos que en aquel año.
Según detallaron desde el OST, el informe fue elaborado en base a datos oficiales de la Municipalidad y de los estudios de costos enviados por el Ente de la Movilidad al Concejo Municipal.
Por otro lado, desde el Observatorio marcan que, a lo largo de 2023, la incidencia de los subsidios nacional y provincial en el sistema de transporte rosarino ha ido en retroceso.
Eso, más el aporte del Fondo Compensador Municipal, ha hecho que en febrero de 2023 el boleto tuviera un 52,7% de subsidio, y que el año cerrara con 37,8%. Actualmente, el aporte nacional se redujo a cero.