Por la novena fecha de la Copa de la Liga Profesional, Rosario Central perdió ante Vélez Sárfield en el José Amalfitani de la Capital Federal. El único tanto del encuentro lo señaló Osorio de cabeza, cuando se jugaban '41 de la segunda parte. Durante los noventa minutos, el equipo rosarino no pateó al arco.
Fue un primer tiempo ordinario, mal jugado, sin situaciones de riesgo frente a los arcos, solo un par de insinuaciones, con predominio del dominio del balón por parte del local, que no pudo volcar la mayor posesión en situaciones frente a Fatu Broun.
Central tuvo solo una aproximación por intermedio de Abel Hernández de cabeza, tras un córner, el uruguayo cruzó el balón que se fue ancho por el segundo palo. Russo había parado un clásico 4-4-2, con el chico Ocampo abierto a la derecha y Malcorra por la banda izquierda, ninguno de los dos pesó en esa etapa y Cervera y el oriental quedaron demasiado aislados.
La última línea canalla lució sólida, destacándose Mallo, que sin Quintana en cancha fue el baluarte de la defensa. Komar, jugando a perfil cambiado no mostró fisuras, Martínez tuvo un duro duelo con Piñeiro, y Sandez sufrió por su lateral y terminó amonestado. Al menos esta noche, Jonatan Gómez y Kevin Ortíz dieron pelea, y ganaron y perdieron en partes iguales.
El segundo tiempo fue todavía más chato, Vélez no pudo sostener el dominio y se prestaron la pelota sin llegadas a los arcos. A pesar de los cambios, el elenco auriazul nunca pudo hilvanar jugadas de peligro, el arco le quedaba a demasiada distancia, si bien no pasaba sobresaltos abajo, estaba expuesto a lo que finalmente sucedió.
Osorio aprovechó un buen centro ganándole a Mallo el único duelo y la única pelota que perdió en toda la noche la puso lejos de Broun, pegada al palo, sin que Fatu pudiera ni siquiera reaccionar. No quedaba nada, Vélez dejó pasar los minutos finales y se quedó con una victoria que terminó siendo justa.
Central sigue con el enorme déficit del año anterior, jugó tres partidos de visitante consecutivos, y la única llegada al arco, fue el disparo de Malcorra que le dio la victoria en el clásico, en el que se impuso casi por costumbre, como viene sucediendo en los últimos años.
Ahora el panorama en el torneo pinta oscuro, Russo deberá barajar y dar de nuevo, no sería mala idea que recuperara jugadores que están muy por debajo de su nivel. Campaz por ejemplo, debería hacer tardíamente un acondicionamiento físico, el año anterior fue de los mejores del torneo y vital en la obtención del título, hoy no pasa un jugador, le falta velocidad y resto físico. Vendrá Instituto al Gigante el sábado a las 21.30, buena oportunidad para recuperar algo del terreno perdido.
