En el cierre de la fecha 11 de la Copa de La Liga Profesional de Fútbol, Argentinos Juniors goleó a un desconocido Rosario Central en el Diego Armando Maradona del barrio porteño de La Paternal. Fue 3 a 0, con tantos de Romero (2) y Gondou de penal. El conjunto de Arroyito se quedó de esta forma sin chances de defender el título obtenido en el último torneo ante Platense.
Central llegó al Diego Maradona de La Paternal con la premisa de no perder el tren y acercarse a los puestos de clasificación, pero Russo no encuentra la fórmula para no ser bailado de visitante y durante los primeros '45 minutos fue superado con creces por los dirigidos por Pablo Guede. De no ser por "Fatu" Broun se hubiera ido a vestuarios con un resultado lapidario, pero fue sólo 2 a 0.
Cuando le convirtieron el primer gol, el 1 Canalla ya había sacado dos ocasiones claras de gol, pero tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, tras una buena combinación y y una jugada de contra, "El Bicho" se puso en ventaja con tanto de Romero. Para colmo de males, el elenco rosarino no generaba nada en ofensiva, solo atisbos de algo parecido a un ataque, con volantes inconexos, que siempre intentaban la individual y nunca le terminaban dando un pase a un compañero mejor ubicado.
Sólo Ortiz se las ingeniaba para intentar contener el aluvión de camisetas rojas que pasaban la mitad de la cancha con destino al área auriazul, una batalla perdida de antemano, ya que ni Lovera, Gómez, O'Connor y Campaz le daban una mano. Abajo solo el coraje de Mallo para cada disputa y no mucho más. Martínez habilitó en la jugada del primer gol, y cometió un penal para que el local se fuera ganando 2 a 0 tras el tanto señalado por Gondou, que definió al medio de Broun.
En la segunda mitad nada cambió, Argentinos Juniors siguió siendo muy superior, si bien bajó un poco su voracidad ofensiva, manejó los tiempos y el balón a voluntad, se floreó cada vez que se lo propuso y fue una verdadera pesadilla para el elenco de Rosario. Por eso no extrañó que Romero estirara diferencias, picando entre los centrales, dejando desparramado a Broun y marcando un gol antológico, la frutilla del postre de un goleada merecida, que pudo ser por muchos más goles.
Central nunca reaccionó, nunca logró asociarse, jamás en toda la noche logró hilvanar una jugada colectiva para arrimar algo parecido a peligro para el arco defendido por el Ruso Rodríguez, cuyo único trabajo en toda la noche fue sacar alguna vez de arco. Preocupante presente del equipo de Miguel, que se despidió del torneo local en una pálida noche de La Paternal y deberá barajar y dar de nuevo para prepararse de la mejor forma para la competencia internacional.
