Por la décima fecha de la zona A de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol, Rosario Central se impuso en el Gigante de Arroyito a Instituto de Córdoba por 1 a 0, con gol de Tomás O' Connor en la segunda etapa y se acercó a zona de clasificación. También en el complemento fue expulsado el defensor canalla, Carlos Quintana por doble amarilla.
Jugaron un primer tiempo entretenido, bien jugado, pero con pocas llegadas a los arcos. El equipo de Davobe no vino a Rosario a meterse atrás, juega en todas sus líneas, presiona alto y a ello se debe la punta de la tabla que defendía en Arroyito, tras ser superado por River e Independiente, que habían igualado solo un rato antes.
La mejor jugada elaborada por los de Russo fue un disparo de zurda de Malcorra, bien habilitado por Campaz que se estrelló en el palo derecho de Roffo. Los de "La Docta" llegaron varias veces, hasta las inmediaciones del arco auriazul, pero la más clara fue un remate de Bai, con destino de gol, que "Fatu" Broun desvió al córner con esfuerzo.
El local no pudo abastecer a Hernández, al uruguayo no le llegó juego, a pesar de tener jugadores de buen pie acompañándolo, no lo elegían para terminar las jugadas, o él no estaba en posiciones ofensivas determinantes para ser opción de gol. Central hizo previsible cada ataque, cambió poco el libreto habitual que lo llevó a la gloria y da la impresión que ya la mayoría lo conoce.
Central salió con otra actitud a jugar la segunda etapa, se adueñó del balón a partir de una mejor presión en la mitad de la cancha y sus jugadores determinantes comenzaron a pesar. O' Connor armó una gran jugada, tocó para Campaz, el pibe se metió en el área a pura velocidad y con una gambeta dejó en el camino al último escollo, sacó un derechazo preciso y bien colocado al palo opuesto del arquero para marcar el único tanto del partido.
Luego pareció que podría estirar distancias, siguió manejando el balón incluso parecía que podía aumentar cuando se lo propusiera. De la mano de Malcorra y Campaz, el elenco de Russo se floreaba con un público entusiasta, que acompañaba el buen momento. Pero Quintana tiró la segunda patada voladora del partido, como si se tratara de un arte marcial, segunda amarilla y roja. Instituto tenía una veintena de minutos por delante, se vinieron los cambios en búsqueda de la igualdad, que finalmente no llegó.
Silvio Romero tuvo la más clara, con un cabezazo de pique al piso, que se fue lamiendo el palo de Broun, y paralizó todos los corazones de Arroyito. Por suerte para Central se fue afuera y pudo volver al triunfo en casa, como de costumbre. El Gigante se volvió un reducto inexpugnable, principal fortaleza del campeón, que ahora pelea por meterse nuevamente en zona de clasificación, hoy le descontó tres punto a su rival de esta noche, también a Barracas y dos a Independiente y River. Si bien está todavía afuera, quedan 5 partidos y tiene chances.
