Rosario Central y Deportivo Riestra empataron 1 a 1 en el cierre de la Copa de La Liga Profesional de Fútbol en un flojo partido para los de Arroyito. Los goles del encuentro fueron convertidos por Barrionuevo y Campaz, ambos en la primera etapa. Céliz fue expulsado por el árbitro Andrés Merlos en la primera etapa.
Ante un equipo supuestamente inferior, Central jugó una pésima primera etapa. Salió sin ganas, confundido, sin fútbol, hasta la pelota perdió en el los primeros instantes, extrañando a horrores a su 5 natural, que afectado por algunas molestias físicas esperaba en el banco. Ibarra casi no participó del juego, ni faltas hizo, Caramelo no ayudó y Jonatan Gómez estuvo muy lejos de su nivel.
Sólo Lautaro Giaccone aportó algo positivo a la mitad de la cancha, que es desde donde se genera el juego, Martínez Dupuy asomó aislado y Campaz absorbido por la doble marca que Fabbiani dispuso sobre él. A los pocos minutos de iniciado, Coronel hizo una finta, le fueron demasiado arriba y Céliz se fue temprano a los vestuarios, cuando ni se jugaban '10. Parecía que todo podía ser favorable a pesar del mal juego, la ausencia de Malcorra se notaba demasiado, pero Barrionuevo anotó de cabeza, tras un tiro libre, para sorpresa de todo el Gigante.
Sin argumentos para entrar por el medio, el equipo de Russo apelaba a los centros, pero no podía doblegar la férrea marca. Martínez <en una de sus pocas intervenciones positivas de la etapa, en la que incluso habilitó en el gol> puso un pase magistral cruzado, por arriba de toda la defensa, Giaccone la paró como los dioses, quedó frente al arquero, pero con más de medio arco a su favor definió como el diablo, se fue apenas desviado.
Por la misma vía, un pelotazo cruzado, esta vez de Coronel encontró a Campaz ingresando por detrás de su doble marca, el colombiano la paró y fusiló al arquero para sacarse la mufa de un torneo sin convertir. Se fueron a los vestuarios igualados, el elenco auriauzul jugó decididamente mal, pero mejor que un rival limitado, que sintió la inferioridad numérica sobre el final de la etapa, donde recién ahí el equipo rosarino pudo llegar a la igualdad.
El segundo tiempo de Central fue tan malo como el primero, nunca encontró los caminos para llegar a ponerse en ventaja. Acumular gente en ataque no siempre redunda en ser más ofensivo y no logró vulnerar a la férrea defensa visitante. Carente de ideas, confundido, sin cambio de ritmo, tirando centros para nadie, todo forzado, aburrido y pálido, así se despidió el elenco de Russo de un Gigante que no pudo tener el gusto de verlo irse con los tres puntos.
El balance del torneo es malo, no solo no clasificó entre los cuatro de su grupo, siguió padeciendo jugar de visitante, donde salvo a Newell's no le ganó a nadie, perdió casi siempre e incluso fue vapuleado en varias ocasiones. De local perdió un largo invicto ante Barracas Central en la anterior ocasión en Arroyito. A su favor podrá decirse que fue el equipo que menos descanso tuvo en el torneo anterior, incluso River que lo enfrentó en la final de campeones descansó más de 10 días antes de enfrentarlo y Platense, hasta principios de enero, tras perder aquella final que lo consagró campeón.
Ahora irá a Venezuela, deberá ganar y con holgura para seguir prendido en el grupo de Copa Libertadores, ya no estando en competencia en el torneo local tendrá algo más de descanso para enfrentar lo que viene. Hoy jugó un mal partido, ante un rival limitado, que solo vino a defenderse, y mucho más luego de quedarse con 10 hombres temprano. Urge traer un 9, Russo tiene solo 3 delanteros en el plantel, y ninguno está a la altura.
