Por la primera fecha del Grupo G de la Copa Libertadores de América, Rosario Central se impuso por 1 a 0 a Peñarol de Montevideo en el Gigante de Arroyito. El único tanto del partido lo marcó Quintana, en el epílogo del primer tiempo. El uruguayo Abel Hernández sintió una molestia en el calentamiento previo y ni fue de la partida.
La primera etapa fue de mucha marca y poco juego, partido de dientes apretados, de poco fútbol y algo friccionado. En esa mediocridad, el Canalla fue mejor y sobre el final logró sacar diferencias por intermedio de Carlos Quintana, que aprovechó un rebote en el travesaño de un violento cabezazo de su compañero de zaga, Facundo Mallo, la pelota le quedó, alta, algo incómoda pero con una pirueta, el pelado puso el 1 a 0 con el tiempo cumplido.
En el medio, Campaz y Malcorra habían disparado desde afuera, la primera fue contenida por el arquero visitante, la segunda apenas ancha y muy cerca del ángulo superior izquierdo. Peñarol solo había llegado en un córner con un cabezazo de Ramírez, que se fue muy cerca por el primer palo. Sandez clausuró su lateral y fue a juntarse con los zurdos para aportar en ataque, y hasta también se animó a rematar desde afuera, por falta de juego interno.
El equipo de Russo salió a la cancha sin el delantero Abel Hernández, el único que el DT había dispuesto poner en cancha, se quedó afuera por una lesión en el calentamiento previo. Cervera ocupó su lugar posicionalmente, pero nunca pudo pesar en ataque, ni siquiera logró bajar una pelota, vivió en el piso y pidiendo falta. Sin peso ofensivo no extrañaba que se probara de afuera, sin suerte hasta ahí, una pelota parada y la potencia ofensiva de sus centrales le dio la ventaja mínima con la que se fue a los vestuarios, ante un equipo oriental que lució mezquino.
La segunda mitad fue diferente, con ventaja Central cedió la pelota, pero Peñarol nunca supo que hacer con ella. La impotencia del equipo visitante fue notoria, y poco pudo inquietar a Broun, salvo en una jugada en la que el 1 auriazul ya estaba vencido y Quintana logró desviar de cabeza sobre el travesaño. Después el elenco local intentó manejar los tiempos, pero sin la pelota es complejo, sufrió la tenencia rival y siempre fue detrás del balón.
Ni los cambios lograron cambiarle la cara a un Central anodino, Lucas Martínez Dupuy volvió a jugar tras la lesión, pero fue más de lo mismo, algo de lucha contra los centrales pero ninguna pelota ganada. La dupla Malcorra- Campaz lo intentó, pero el colombiano está muy lejos de su mejor nivel, la falta de pretemporada se le nota demasiado y no tiene cambio de ritmo para desnivelar.
El correr de los minutos fue favoreciendo a Central, ante un rival impotente, que solo atinó a poner gente alta en el área contraria y tirar centros, siempre bien despejados por la dupla de centrales que jugó un gran partido, junto a un Kevin Ortíz pujante, que corrió, cortó y metió toda la noche de Arroyito, ganando la mayoría de los duelos que disputó. Central se quedó con tres puntos de oro frente a un rival con el que seguramente peleará la clasificación en el grupo, dando por descontado, que probablemente los brasileños, que derrotaron categóricamente a los venezolanos tengan algo más. Se verá en Belorizonte el miércoles próximo, cuando el Canalla vaya a enfrentarlo.
