Los argumentos se enfocan en la fuerte caída en la demanda de acero en la industria y en la construcción pública y privada, producto de la recesión económica que afecta a la mayoría de las actividades del país.
La actual política económica está poniendo en jaque a la producción industrial y los números caen en picada. Se calcula que actualmente la producción está a un 40% del nivel anterior. Por este motivo, Acindar decidió extender el parate de su planta en Villa Constitución.
Los hornos estarían apagados por tres semanas y el sector de materia prima de reducción directa (que trabaja el mineral de hierro) pararía su producción por 75 días.
Son 5.000 trabajadores que quedarán suspendidos entre operarios de planta, contratados, obreros de talleres y transportistas entre otros.