En la otra vereda el gremio que representa a los trabajadores lácteos rechazó la decisión y se abre así un frente de conflicto que puede agravar aún más la situación de la compañía que además atraviesa un concurso de acreedores.
El pasado martes autoridades de la firma que antes de ser comprada por el Grupo Vicentin era parte de SanCor, citaron a representantes de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) para comunicarles la decisión de suspender a trabajadores de sus dos plantas de producción localizadas en la provincia de Buenos Aires y en Córdoba.
Mientras tanto desde el gremio rechazaron de plano la iniciativa y amenazaron con realizar fuertes medidas de fuerza.