El presidente argentino llegó a España a participar de un encuentro de la ultraderecha internacional, justo en un momento en el que las relaciones con España se han visto empañadas por la polémica que protagonizó el ministro de Transportes, Óscar Puente, después de insinuar en un pódcast que el líder argentino consumía drogas, afirmación de la que nunca se arrepintió.
Este viernes, y ante la visita del dirigente argentino, la vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo Yolanda Díaz cargó fuertemente contra él y lo acusó directamente de ser “un generador de odio”.
Aseguró que España es un país “hastiado” por la política del odio y ha alertado contra los “recortes” y el “autoritarismo” que, en su opinión, provocan los gobiernos del odio, refiriéndose así al de Argentina.
“No son muchos los generadores de odio pero hacen un enorme ruido y lo inundan todo. Frente a esto hay una política del amor y los afectos”
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“La política del odio no quiere acabar con la pobreza, lo que quiere es acabar con los pobres”, dijo en otro tramo de su alocución.
