La norma dispone que las entidades financieras "deberán arbitrar los medios para que, en todos los cajeros automáticos habilitados y operados en el país por ellas, las personas humanas y jurídicas puedan extraer, por día y en una única extracción, al menos hasta $60.000 (pesos sesenta mil), sin distinción alguna entre clientes y no clientes, independientemente del tipo de cuenta a la vista".
La fuerte inflación en la primera mitad del año elevó la necesidad de efectivo por parte de los usuarios y consumidores.
Ante ese escenario, el Banco Central puso en circulación el billete de $10.000.
En las próximas semanas está previsto poner en circulación el de $20.000.