Por la fecha 17° del Torneo de Primera División, Newell's Old Boys se impuso a Lanús por 2 a 1 en un partido disputado en el Coloso Marcelo Bielsa. Los goles del encuentro fueron convertidos por Marcelino Moreno para Lanús, igualó Juan Ramírez de penal, y sobre el final, Miljevich clavó un zurdazo al ángulo para sellar la victoria rojinegra.
El partido fue chato, y aburrido por momentos, que le importa esto al hincha de Newell's, un equipo en reconstrucción al que encima le faltaban dos piezas clave como Banega en la creación y Fernández Cedrés en la contención. Lunari apuesta a sostener dos 9 arriba, pero sin generadores de juego, los delanteros quedan aislados.
Al Granate no le sobra nada y eso está claro, los del Ruso Zielinski llegaron precedidos de números muy negativos y no pudieron dar vuelta la historia, es cierto merecieron más, discutieron mucho la sanción de Espinosa en el penal, y reclamaron airadamente expulsión de Silvetti que estando amonestado metió un brazo arriba que bien pudo valerle la expulsión.
En la primer etapa las situaciones de gol fueron muy pocas, la más clara fue para el visitante, que puso dos hombres contra Macagno, a Moreno le quedó demasiado cerca del pie el pase de su compañero que debió haber rematado y el 1 rojinegro se quedó con la pelota en casi la única de la primera etapa. La Lepra, solo tuvo una se Silvetti, que metió taco caño para meterse en el área, apuntó al arco pero su remate fue bien contenido en el primer palo por Losada.
En la segunda mitad, se midieron, Newell's no iba ni tenía la pelota, Lanús se animó y tras una gran pared, Moreno ingresó por izquierda y esta vez venció a Macagno con remate al otro palo para poner el 1 a 0. Merecido hasta ahí, el Granate había sido más ambicioso y jugaba mejor.
Cuando parecía que se venía lo peor y los murmullos comenzaban a adueñarse del parque de la Independencia, Juanchón García vio la rodilla levantada del arquero, apuntó con la nuca contra el objetivo, y Espinosa marcó penal, sin intervención del VAR. Ramírez tenía el cartel levantado para ser reemplazado, sin embargo decidió hacerse cargo de la ejecución y con violento remate cortó una racha extensa sin gritar para marcar el empate 1 a 1.
Matko Miljevich había ingresado hacía un rato, había tenido una oportunidad perdida, la agarró mordida y la pelota se fue cerca del palo derecho. Se mostraba movedizo y participativo, pero tenía guardado un misil que sacó desde afuera del área para clavarlo en el ángulo superior derecho de Losada, que sólo atinó a mirarla. Golazo, de otro partido suelen decir los relatores, que importa, valió tres puntos, impensados veinte minutos antes.
Sin sobrarle nada, sin jugar bien, dejando venir al rival para intentar sacar una contra y casi disimulando la localía, el equipo logró sacar adelante un partido que venía torcido. Newell´s está en esos momentos en que no importa la forma, importa el resultado. Lunari asumió la responsabilidad, metió varios pibes y por ahora le alcanza para afianzarse en el banco leproso. No es poco.