En el cierre de la 16 fecha de la Liga Profesional de Fútbol, Rosario Central y Vélez Sárfield disputaron un emotivo encuentro en el Gigante de Arroyito. Los tantos del vencedor fueron convertidos por Nacho Malcorra de penal, en la primera etapa, en tanto Agustín Sández de cabeza y Kevin Ortíz anotaron en la segunda etapa. Debutaron los juveniles Duarte y Beltrán.
Central salió con dientes apretados a defender el ciclo Lequi, sin margen de error y obligado por las circunstancias. Venía de cosechar tan solo 1 de los últimos 9 puntos, se alejó de la zona de ingreso a las copas y el descenso directo por ser el peor de la suma acumulada no le quedaba lejos. Claro que no iba a ser fácil, enfrente estaba el poderoso Vélez, que llegaba a Arroyito con la tranquilidad de saber que cualquiera sea el resultado seguiría en esa condición, los números del plantel de Quinteros asustan, pero había que hacerle frente.
El conjunto local recuperó la defensa titular, los retornos de Coronel y Quintana le aportaron a la última línea una seguridad que no exhibía hace rato. El doble cinco con dos volantes de marca como Ibarra y Ortíz aportó seguridad y entrega, el poco fútbol lo desplegaron por izquierda Lovera y Malcorra, a cuentagotas, pero suficiente para molestar y generar algo parecido a un ataque. El 10 de elenco auriazul aprovechó una dormida de Fernández, que dudó un instante entre dejar pasar la pelota para su arquero o despejar, cometió penal que le costó la expulsión cuando apenas se disputaban '26 y Malcorra cambió por gol.
Impensadamente, en ventaja y con un hombre más, Central dejó venir algo a Vélez, que chocó siempre contra la férrea defensa canallla, aplicada, aguerrida y sólida, al punto que Broun solo tuvo que atrapar un débil cabezazo de Romero tras un córner, sin dificultades para el 1. Pudo aumentar Central, pero manejó mal las contras, Copetti, que estuvo en duda por una dolencia tras la entrada en calor siempre picando al lado equivocado y tomando malas decisiones. Giaccone y Lovera aportaron poco, no le sobró nada, pero Central fue apenas superior en los primeros '45.
En el segundo tiempo Vélez salió convencido de que hacer para igualar, en los primeros minutos metió a Central contra su arco, a pesar de la diferencia numérica, hizo rotar el balón, lo fue cambiando de lado a lado y dominó sin generar peligro. Central lo sufría, Lequi entendió el partido y sacó a Copetti, Giaccone y Lovera, de bajos rendimientos. Ruben y el chico Duarte acompañándolo comenzaron a exigir y al menos ya se jugada en campo contrario. La segunda conquista llegó de cabeza, Sandez se elevó más alto que su marca tras un córner y la puso arriba para poner el 2 a 0 tranquilizador.
Con el conjunto ya en ventaja y un Vélez que comenzó a bajar los brazos, el conjunto rosarino se animó a más. Quintana, de gran partido recuperó una pelota casi perdida, la volvió a meter en cancha iniciando una contra, el centro posterior derivó en Duarte, que la puso atrás para que Kevin Ortíz, con el pie abierto la colocara al lado del palo izquierdo de Marchiori para el 3 a 0 definitivo.
Había que ganar y se ganó, se peleó y se mostró actitud. La temprana expulsión ayudó sin dudas, de todas maneras, el rival es de temer, no serán muchos los que puedan vencerlo y Central lo hizo. Jugadores como Quintana, que no perdió un duelo personal en toda la noche, el incansable Coronel, un correcto Mallo, Sández (que contó con la ayuda invalorable de Malcorra toda la noche) Ortíz que dejó todo, y un chico como Duarte, que merece más minutos, cerraron una buena noche.
Hubo reuniones, charlas, y alguna voz alzada. El mensaje llegó, la actitud mostrada frente a Platense no se podía repetir, en el fútbol se puede ganar y se puede perder, lo que no puede suceder es que no duela, y que no se intente. Hoy se mostró ganas y actitud. Es cierto, los retornos y el penal con expulsión temprana ayudaron, pero hubo actitud y ganas, no siempre alcanza, pero seguro...siempre ayuda.