La decisión política del Fondo, empujada por Estados Unidos, tiene como principal objetivo aliviar la situación económica de Ucrania, que enfrenta a Rusia desde febrero de 2022.
Los sobrecargos son intereses adicionales que el FMI impone a sus estados miembros muy endeudados, en relación con el tamaño y el tiempo de reembolso de sus préstamos.
Al principio, pagar los sobrecargos implicaba a acceder a créditos más baratos respecto a los intereses que se pagaban en mercado. Fue un recurso diseñado para facilitar la recuperación económica de los países con medianos y bajos ingresos.