Un fallo reciente de la Inspección General de Justicia (IGJ) pone en aprietos a la gestión de Claudio "Chiqui" Tapia al frente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), generando incertidumbre en la conducción del fútbol argentino.
La medida responde a una disputa legal impulsada por Andrés Fassi, presidente de Talleres de Córdoba.
La resolución se enmarca en una serie de disputas entre la entidad y el presidente del club cordobés, quien ha criticado abiertamente la gestión de Tapia luego de algunos fallos arbitrales en su contra.
El organismo decidió dar lugar a los reclamos, suspendiendo la asamblea que la AFA tenía programada para el 17 de octubre de 2024, en la sede de Viamonte 1366, en Buenos Aires.
El fallo no solo frena la asamblea, sino que también ordena la designación de veedores que supervisarán el procedimiento electoral. Este es un golpe significativo para la estructura de poder actual, ya que uno de los puntos en disputa es la posible reelección de Tapia, quien ocupa el cargo desde marzo de 2017.
Otro de los aspectos clave de esta decisión es la prohibición de anular los descensos en la temporada actual, una medida que se había contemplado dentro de la AFA como una forma de acomodar la estructura de la liga.
Además, el fallo pone en riesgo la ampliación del número de equipos en la Primera División para 2025, un proyecto que buscaba elevar la cantidad de participantes de 28 a 30, respaldado por varios dirigentes del fútbol local.