Hasta la mitad del parcial, Ramos y Albornoz cobraron con puntos los penales que ambos equipos iban cometiendo, hasta que el local comenzó a sacar diferencias en el juego con su dominante scrum a partir de un pack poderoso en tamaño y calidad, su defensa que no permitió tries y una conducción del medio scrum Dupont, considerado el mejor jugador del mundo.
Su compañero en la usina creadora, Ramos, sumaba sus patadas a cargar que el equipo nacional no podía desactivar y, así, Les Bleus ganó en posesión, terreno y sumó.
Primero, Villiere terminó una buena jugada que comenzó en un scrum y luego el otro wing, Bielle-Biarrey, fue a buscar una bomba del apertura, que González desactivó con un manotazo.
El árbitro inglés Luke Pearce lo consideró infracción en inminencia de try y no solo dio el try penal, sino que amonestó al ala, segunda amarilla para él en el año con Los Pumas, luego de la que le sacaron ante Italia.
Sobre el final, Ramos volvió a cambiar un penal por tantos y dejó el 30-9 parcial. había terminado el PT 7-4 en penales y 2-0 en amarillas, que equivale a 20’ con 14. Demasiada ventaja para darle a un equipo Top 4 mundial.
Tras el descanso, y si bien Francia comenzó mejor (todavía con uno más), Los Pumas recuperaron una pelota (García se la robó a Dupont) y dio pie a la reacción, sobre todo porque mejoró el scrum y fue buscado como arma para atacar. Esa contra derivó en un penal que se cambió por fijo y Gallo logró apoyar.
Lo malo es que el equipo no bancó ni dos minutos porque, como pasó ante Irlanda, hubo problemas en salir del campo propio (le taparon un kick a García) y terminó en try del picante Bielle-Biarrey.
El partido se había emparejado, Los Pumas tuvieron más la pelota, pero les costó más ganar metros, lo cual pareció más sencillo para Francia. Pero de tanto ir, y luego de un line, Ruiz apoyó para el 23-37 a falta de 11 minutos.
Los últimos diez fueron de lucha y cuerpos muy cansados. A Los Pumas no les alcanzó la reacción: aunque volvieron a ganar el parcial del ST (14-7), los errores del PT generaron una nueva derrota, igual que en Dublín.