Por una fecha de las Eliminatorias Sudamericanas, la selección Argentina y su par de Paraguay disputaron un emotivo partido en el Defensores del Chaco de la capital guaraní. En la primera etapa, Lautaro Martínez abrió el marcador de zurda y cruzado y algunos minutos más tarde Antonio Sanabria de chilena igualó el tanteador. En el comienzo del complemento Alderete, de cabeza sentenció el marcador.
La selección de Scaloni no encontró a sus volantes en plenitud, le resultó complejo armar juego con Mac Allister, De Paul y Enzo Fernández. Los de arriba triangulaban, Messi era bien absorbido por la marca, el elenco de Alfaro ejercía marca personal y presión bien alta. Enzo la pinchó para el pique de Lautaro y el del Inter logró el tanto de apertura con un tanto revisado y cobrado por el VAR.
Paraguay salió, arrinconó a Argentina contra Dibu, tras un córner estrelló la pelota en el travesaño de cabeza, en el que pudo, que llegó solo unos minutos más tarde, con un tanto de media vuelta con una cabriola que dejó sin chances al arquero del elenco nacional. Alderete le cometió dos infracciones de amarilla a Messi, pero el árbitro brasileño le perdonó la vida y omitió la segunda ante la bronca de todo el conjunto albiceleste.
Cuti Romero dejó la cancha en el entretiempo por lesión y fue reemplazado por Balerdi, que tardó '30 segundos en cometer una infracción letal. Llegó el centro desde la izquierda, cuatro jugadores sobraron por el segundo palo y uno de ellos, Omar Alderete la cambió de palo, de cabeza y venció al arquero Martínez.
Con la ventaja a favor, los de Alfaro jugaron a no dejar jugar, marcaron y exigieron a la selección campeona del mundo que no tuvo libreto para revertir el marcador. Si bien los albicelestes contaron con dos ocasiones clarísimas, la primera de Messi, desviada por defensores que se fue lamiendo el palo y la última en la cabeza del ingresado Castellanos, que cruzó un cabezazo que se fue muy cerca, no pudieron revertir el marcador.
Argentina parece haber bajado el pie del acelerador, tras dos años de pleno dominio mundial, hoy se muestra terrenal, cualquiera que le juega de igual a igual y se le anima parece poder hacerle partido, los recambios no surgen el efecto deseado y algunos protagonistas ya están demasiado acostumbrados a la gloria y poco propensos al sacrificio. No es para dramatizar, persiste en la punta de las Eliminatorias, clasificará al próximo mundial, no siempre se puede ganar y el de hoy era de esos partidos "perdibles".
