“Si la condición extrema fuera eso, sí”, afirmó Milei en una entrevista con Bloomberg al ser preguntado si abandonaría Mercosur por un TLC con Estados Unidos, antes de aclarar que, “sin embargo, hay mecanismos por los cuales se puede hacer estando dentro” del bloque regional.
Esta declaración sigue a una serie de cuestionamientos por parte del Ejecutivo de Milei hacia el Mercosur, integrado por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, junto a otras siete naciones asociadas de Suramérica, y que representa una de las economías más grandes del mundo en términos de producto interior bruto (PIB) combinado.
Desde su llegada a la Casa Rosada, en diciembre de 2023, el mandatario ha advertido de forma pública las “trabas” que podría generar el bloque en sus aspiraciones por acercarse económica y políticamente a países como Estados Unidos.
Además, el presidente ha discrepado con casi todos los líderes del Mercosur.
En diciembre, de hecho, reiteró su propuesta de flexibilizar las normas del bloque regional: “Si no, el Mercosur se convierte en una carga, y nosotros lo que necesitamos es comercializar, no cerrarnos”.
El Tratado de Asunción, el acuerdo fundacional del Mercosur, impide que los miembros plenos negocien acuerdos comerciales con otros mercados de manera independiente, les obliga a hacerlo como bloque, tal como ha sucedido con la Unión Europea.
“Creo que el objeto principal es la provocación a los socios del Mercosur y ojalá hubiera detrás una mirada estratégica para conmover al Mercosur y que logre de una vez por todas asegurar un proceso de desarrollo armónico para el conjunto de países”, opina el director de la consultora Polilat, Jorge Arias, sobre las declaraciones de Milei en Davos.