El rally importador se aceleró desde junio pasado por la desregulación del comercio exterior, la apreciación cambiaria y la suba de costos que impactan negativamente en las cadenas productivas locales.
Economías regionales como el limón, el tomate, la cebolla, y la zanahoria están entre las más afectadas. Se espera que el fenómeno se intensifique en 2025.
Según un informe del Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino, las importaciones de alimentos aumentaron un 82% interanual en diciembre de 2024 y marcaron un nuevo récord: u$s242 millones.
El análisis se basa en datos del INDEC y toma en cuenta alimentos primarios e industrializados que se producen en el país, excepto la importación temporal de soja, que luego se reexporta.