La marca también vistió al Saint-Étienne de Michel Platini y al tenista Yannick Noah, ganador de Roland Garros 1984, reafirmando su prestigio en el deporte.
Sin embargo, Le Coq Sportif enfrenta una grave crisis financiera, declarando pérdidas de 18.2 millones de euros en el primer semestre de 2024, frente a los 10.5 millones de 2023.
Ni el préstamo de 2.9 millones del Comité de los Juegos Olímpicos ni el apoyo de 12 millones del Estado francés pudieron evitar su caída. A pesar de producir 275,000 piezas para la delegación francesa en los Juegos de París, los esfuerzos no se tradujeron en alivio económico.
Con un 75% de su capital en manos del grupo suizo Airesis, buscaba nuevos inversores, mientras enfrenta una deuda de 5.3 millones de euros con la Federación Francesa de Rugby y pone en riesgo 330 empleos directos.
El legado de la marca trasciende sus dificultades: además de su vínculo con la Selección argentina, también tuvo presencia en España, durante el Mundial de 1986, donde Emilio Butragueño destacó al anotar cuatro goles contra Dinamarca.