En detalle, durante el último bimestre del 2024 las ventas de indumentaria cayeron, donde el 70% de las empresas declaró un aumento de la facturación nominal por debajo de la inflación.
A pesar de este panorama complejo, el informe destaca que el 60% de las empresas reporta inventarios equilibrados, mientras que el 80% no enfrenta atrasos significativos en la cadena de pagos.
Al trasladar la medición a unidades, las ventas tuvieron una caída interanual del 1,2% durante dicho período, lo que representa una desaceleración con respecto a los dos meses anteriores.
Asimismo, el 37% de las empresas reportaron bajas, algo que se redujo si se tiene en cuenta el número anterior.
Esta diferencia entre las ventas reales y las unidades vendidas tiene como explicación el abaratamiento de la ropa en en términos relativos durante este 2024, ya que, mientras los precios de la indumentaria y el calzado subieron un 84,5% el año pasado, la inflación fue del 117,8%.
En ese sentido, la menor suba de los precios se relaciona con la caída de la demanda.
Además, también se vincula con el desafío de las empresas para trasladar sus mayores costos a los precios finales, donde el informe revela que el 39% de las empresas no pudo ajustar estos valores finales para lograr compensar los incrementos salariales acordados en las negociaciones paritarias.