Desde el gremio enfatizaron que la iniciativa “tiene una serie de dificultades” y que “no es tan dulce como la muestran”. También alertaron sobre los riesgos que implica para los clientes la manipulación del surtidor.
Desde el sector advierten sobre las dificultades que podrían enfrentar los clientes al manipular la manguera sin asistencia.
“En los 90, cuando se aplicó, la mayoría dejó rápidamente de vender. Nadie quiere ensuciarse las manos con petróleo”, señalaron desde el Sindicato de Trabajadores de Estaciones de Servicio.
Ismael Marcón, secretario general del sindicato, expresó su disconformidad con la decisión del Gobierno. “Entendemos que tiene una serie de dificultades.
En los surtidores, por ejemplo, es muy común que los picos fallen y no corten, por ende, que haya derrames. Eso puede traer tremendos problemas”, afirmó.